Historia del Museo de Antropología

¿Sabes cómo surgió el Museo de Antropología? No siempre tuvo el recinto que tiene ahora. De hecho en sus inicios no se le conocía como “museo”.

En 1937, durante la gubernatura de Miguel Alemán Valdés se creó una Sección de Asuntos Indígenas, la cual diez años después Adolfo Ruiz Cortines la convertiría en Sección de Antropología, el cual a su vez pasaría a ser Departamento de Antropología adscrito a la Dirección General de Educación.

El gobernador José Cerdán decidió dar más impulso al acopio de piezas que José García Payón y otros investigadores habían iniciado estableciendo un Departamento Arquelógico. En ese entonces muchas de las piezas fueron encontradas de manera fortuita o de la intercepción de robos, por lo que también se inició la idea de crear mecanismos de investigación científica apropiados.

En 1943, sus instalaciones se ubicaban en la calle Hidalgo en donde se podía apreciar la colección. Para 1945 se funda la Universidad Veracruzana y todas las piezas arqueológicas pasar a su custodia y dos años más tarde son trasladadas a un edificio en la calle Zamora donde también se encontraba la primera biblioteca universitaria.

El momento en que pasa a ser Museo, es en 1951, y es Museo Veracruzano de Antropología, con el cual define su orientación de misión.

Tras el trabajo de la UV de crear en 1957 un museo, un instituto y una escuela de Antropología y la firma de un convenio con El Instituto Nacional de Antropología e Historia, hace que para 1959 la colección de piezas ya sumaba alrededor de diez mil piezas.

Para poder albergar toda esta vasta colección así como cumplir con las condiciones para su conservación, estudio e exhibición construye un edificio ex profeso sobre los terrenos que les habían donado los ejidatarios del Molino de San Roque.

Éste se ubicaba en lo que en aquel momento eran “las afueras” de la ciudad. Hoy en día, ese terreno es el que ocupa el actual MAX, ahora casi en el corazón de la capital.

Ese primer Museo de Antropología era una construcción de planta circular que ofrecía 1500 m2 para exposición y fue inaugurado el 20 de noviembre de 1960.

Un segundo edificio, similar al primero, se erigió para albergar el material etnográfico en 1966.

Instituto y museo trabajaron así, bajo un mismo techo, durante muchos años. En 1982 cada una de estas entidades adquiere una dirección y administración propias y quedan separados.

En 1985 el actual gobernador Agustín Acosta Lagunes solicita demoler el antiguo edificio para construir otro más grande y mejor adaptado a las necesidades del museo.

Raymond Gómez, un arquitecto estadounidense fue quien propuso un proyecto de construcción que tomó 15 meses en llevar a efecto para finalmente obtener un área de 12 mil de construcción, de los que 9 mil  corresponden a la exhibición permanente. La ejecución de la obra la llevó a cabo el gabinete Durrell & Stone, de Nueva York.

Este nuevo museo rinde homenaje a la geografía del estado por la forma alargada y disposición consecutiva con que se presenta la colección permanente.

Ésta área abarca 30 siglos a través de cerca de mil 150 piezas distribuidas e incluye un vestíbulo, una galería que comunica 6 salas y 3 patios cubiertos.

Hay vestigios Olmecas, primera cultura de Mesoamérica, que en el periodo Preclásico, de 1,500 a 400 a. C., se estableció en el extremo sur de lo que hoy es el territorio veracruzano.

La parte central de la galería, así como las salas y patios de este segmento, presentan la nutrida variedad de huellas de las Culturas del Centro que se desarrollaron a lo largo de tres mil años, desde el Preclásico Superior, el Clásico, y el Clásico Tardío.

Para finalizar se encuentra la colección Huaxteca, cultura que fincó su residencia al extremo norte de Veracruz y tuvo mayor auge en el periodo Postclásico.

También cuenta con dos espacios de exposición temporal que alternan plástica contemporánea con muestras temáticas de carácter histórico, así como un auditorio para 300 personas, una librería y cafetería.

Sin lugar a dudas, un lugar que merece ser visitado por habitantes y turistas.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *